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el ritmo que nos mueve

la nube

Cruzaba el parque cuando miré que un niño fijaba su vista hacia el cielo. Seguí caminando sin ponerle atención hasta que llegué a la esquina, y vi que otro niño miraba hacia la misma dirección. Me detuve y alcé la mirada sin ver algo que fuera más allá de lo cotidiano: una gran nube blanca atravesaba el cielo. Reanudé mis pasos.

Al entrar por otra calle, un par de niños miraban con atención hacia el mismo punto. En esos casos no se puede creer en una coincidencia. Volví a concentrar la mirada hacia el cielo. Al seguir viendo la misma nube, me dirigí hacia los niños.

-¿Qué es lo que miran? - les pregunté de la manera más casual que pude.
-Allá, una nube... ¿la ve? -me respondió uno de ellos.
-Sí ¿y qué tiene de especial la nube?
-¿No la ve?
-Sí, pero la veo igual que todas.
-¿No ve la forma que tiene?

No hice más que guardar silencio e irme. En el camino a casa vi cerca de seis niños mirando hacia el cielo. Quise voltear, descubrir la figura de la nube, pero supe que no lo conseguiría.

1 comentario

Anónimo -

porque no dejar que la imaginación de un niño invada nuestro ser? son seres tan inteligentes que pudiera ser que ellos abran la vista de todos aquellos que no queremos ver ...